lunes, agosto 25, 2008

 
Vendiendo Europa a los americanos

107-118. Creo q va a ser el nuevo pin de mi cuenta corriente, de mi registro de cuenta correo o pin de mi teléfono móvil.

No voy a hablar de árbitros, entrenadores, jugadores o cualquier maquillaje o venda que se le pueda poner al partido de la final de las Olimpiadas de Pekin. Sí, en la canasta que nos hunde, Lebron antes de darle la bola a Wade hace pasos; sí, las rotaciones a veces nos hundieron; sí, hubo jugadores que no estuvieron al nivel pero y qué…

Ayer recibía mensajes y toques de muchos en cualquier acción, por la noche, horas después del partido, gente que jamás creí que le escuchara hablar de basket, hacía síntesis que ni el mismo Scariolo; periódicos que no son EL MUNDO DEPORTIVO o el SPORT y que no destacan la victoria del Madrid en primer plano sino la medalla de plata-oro de nuestra selección.

Mi respuesta a esos mensajes eran los mismos casi idénticos… `Olvida cualquier cosa que esté pasando y disfruta del partido´. Nuestros jugadores tenían el ”fuego en los ojos” que definían los periodistas entendidos a la actitud de Michael Jordan en la pista. Jiménez, Pau, Rudy, Navarro… Estaban echando chispas y eso nos hacía involucrarnos más si cabe en el partido.

“Los sentimientos son la base de una comunicación intima”

Una de las diferencias claras del baloncesto y el fútbol son que durante menos tiempo total de juego, el deporte de la canasta te hace vibrar más veces y como decía el anuncio, “te puede hacer entrar en un estado de euforia permanente”.

Todavía relamo con gusto el haber disfrutado como un niño del partido de ayer por la mañana. Nunca pude pensar que mi deporte fuera a despertar sentimientos en mí, un tío duro y frío donde los haya pero ayer se mezclaron con total bipolaridad:

- Feliz y alegre: Tras haber digerido la plata.
- Miedo: Miedo antes del partido no quería una paliza como la de la primera fase; y miedo, por la actitud que fuera a mostrar el equipo.
- Amistad: Compartiendo salón, biofrutas, galletas…
- Saltos de histeria.
- Violencia e ira: Contra los cojines ante las decisiones arbitrales
- Ansiedad: comiendo pipas
- Ilusión, tensión y pasión: Ante cualquier momento de remontada.
- Triste, desconsolado y lloroso por la derrota
- Solidario con las lágrimas de Navarro.
- Enfadado y contrariado por alguna que otra rotación de nuestro equipo,
- Solo: tras quedar mi salón vacio viendo la repetición de las mejores jugadas.
- En paz y agradecido porque durante las dos horas y pico de partido mis jugadores me hicieron vibrar con su actitud.
- Deprimido: Porque acaba la olimpiada y los partidos de mi selección.
- En las terrazas por la noche, entusiasmado y visceral comentando jugada por jugada el último cuarto con conocidos y desconocidos de tertulia.
- Emocionado y atemorizado cuando Carlos Jiménez anuncia que se retira y hay rumores de que "los nba" tampoco se volveran a juntar.

El último estado de ánimo que hoy siento, un día después del partido, es esperanzado porque quiero que sea otra vez verano y se junten estos artistas otra vez para hacerme sentir con su juego en el europeo.

GRACIAS SELECCIÓN Y GRACIAS BALONCESTO POR SER MI DEPORTE.


JUANMA CORONIL

Comments:
El baloncesto me despierta sensaciones desconocidas... Sólo alguien que sienta pasión por este deporte sabe que la final fue uno de los momentos que va a recordar durante muchos años... Quien sabe si tendremos otra oportunidad igual.

Lidia
 
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